Hoy en día, es normal ver en las viviendas más de un ordenador, esto, sumado a la necesidad de compartir la conexión a internet y otros dispositivos como las impresoras, llevan a la instalación de una red domestica.
Normalmente la red tiene como núcleo el Router inalámbrico que facilitan las empresas prestadoras del servicio de internet y se utiliza la configuración que este trae por defecto.
Este tipo de redes suelen tener problemas con facilidad, desde la pérdida de conexión hasta el robo de ancho de banda por parte de algún vecino “espabilado”.